domingo, 14 de abril de 2013

Capítulo 35

Me revuelvo en la habitación, con mi padre observándome. Cuando me tranquilizo y dejo de dar vueltas por la habitación, mi padre me dice la que quizá sea la frase más desafortunada del día:
-Ya veo que lo conocéis.
Escuchando esa frase, no puedo evitarlo: estallo.
-¡Pues claro que lo conocía! ¡Lo maté yo!
Mi padre se queda con la boca abierta al escuchar la noticia de que su hijo mató a su amigo, aunque veo que hace grandes esfuerzos por hablar. Me quedo en pi, justo en el medio de la habitación, con todos los músculos en tensión y con la cara enrojecida, esperando unas palabras que no llegan.
Cuando consigo levantar los ojos, y con ellos mi vergüenza, veo que mi padre está sonriendo.
-¿No te has enfadado, papá?
-¿Cómo me voy a enfadar, si has hecho lo único que podía salvarnos?
-¿Eh? -digo, sin entender a qué se refiere.
Verás -comienza mi padre, con el tono de quien explica algo de lo más obvio-. Cuando lo conocimos, Chas era amigo de tu madre y mío, pero con el tiempo, se fue alejando de mí y acercándose más a tu madre. Por aquella época, en la que tu madre ya estaba embarazada, estábamos ya pensando en separarnos. Yo me había dado cuenta, al fin, de la locura latente que había en su interior y supongo que ella pensaba lo mismo de mí.
>Poco a poco, la relación entre Chas y tu madre se fue estrechando y afianzando. Por eso nos extrañó a todos que decidiera unirse a nuestra causa, en vez de estar en el bando de tu madre. Aún así, lo aceptamos en nuestro bando ya que, a pesar del riesgo que suponía para nosotros que le pasara información a tu madre, seguía siendo una ilimitada fuente de efectivos militares.
>Hace unos pocos años, sin embargo, descubrimos que de verdad estaba pasando información a tu madre. Después de un fallido intento de capturarle, Chas empezó a ir siempre rodeado de gran parte de sus clones. Esta situación siguió así hasta que hace unas pocas semanas, Chas desapareció y nadie sabía a dónde había ido, ni siquiera sus clones. Ahora, gracias a ti, ya sabemos qué pasó y a dónde fue. Ahora podremos devolver a esos clones a sus puestos de trabajo.
-¿Chas era entonces agente de mamá? -digo, sintiendo cómo quito un gran peso de mis hombros-. De todas formas sigo sin entenderlo. ¿Qué tenemos que ver con esta guerra? ¿Por qué somos tan esenciales?
-Es muy sencillo. Vosotros, los que tenéis la enfermedad, sois una fuente inagotable de información y de guerreros.
-¿Pero por qué ha empezado la guerra? ¿Cuál es la causa?
-Esto es algo que se ha estado ocultando al pueblo durante unos cuantos años. Solo lo saben los gobernantes de los países. Estamos en guerra porque el estado de la Tierra es muy precario. Quedan menos especies, recursos y hábitats de lo que se informa públicamente. En total, en todo el planeta, queda petróleo para unos diez años. Después vendrá una guerra de verdad y morirá mucha más gente.
-Estoy confuso. ¿Qué tiene que ver la cantidad de petróleo con nosotros?
-Es muy fácil. Han desarrollado una máquina que permite crear el petróleo a partir de materia orgánica. Pero hay una pega: la materia orgánica debe estar viva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario